01 SALZBURGO: Castillo inexpugnable, tus murallas cederán ante el amor.
Salzburgo, ciudad de sal, rendida a los pies de Mozart, permaneces en mi recuerdo desde antes de mi nacimiento, en esta rueda dentada de resurgimiento personal, que conecta pasado ímprobo, presente extraño y futuro esperanzador.
Gracias mamá y tía por estos días tan memorables, que permanecerán por siempre en mi recuerdo.
Me encantan los perfiles (skyline) de las ciudades que tienen un contorno identificativo, reconocible por todos, y el de Salzburgo es una de ellas.
Este viaje también es un homenaje a mi amado padre, que visitó estos lares hace 30 años. Recuerdo cómo me contaba todo este viajes con las preciosos fotos que tomaba con su cámara réflex. Sé que fue uno de los sitios favoritos de todos los que visitó en su vida, me hubiera encantado acudir con él a estos sitios pero sé, que de alguna manera lo he hecho, que estaba en cada rincón enseñándome los bellos rincones de esta ciudad.
Todavía recuerdo, después de más de 30 años, las divertidas anécdotas que me contaban del castillo de Hellbrunn y de la comida austriaca....pero eso es otra historia.
Mis hermanas y sobrinas, están muy presentes en este viaje, desde la distancia, pero compartiendo los momentos a través del teléfono.
Por último, y como en cada uno de estos sueños realizados, mis dos hijos, Carlos y Paula, están presentes en cada paso que doy, anhelo compartir pronto estas vivencias y momentos con ellos. Son lo más bonito del mundo y tienen el corazón más grande y esponjoso que se pueda tener, jeje.
¡Os quiero hijos míos!