01 ETAPA 1: Ferrol-Neda

01 ETAPA 1: Ferrol-Neda

15 km de trayecto (más 6 km callejeando por Neda).


Me despierto no muy pronto, es una etapa corta y no creo que haya problemas en el albergue. Sobre las 7:30 o 7:45 h ya estoy en marcha, con 10 kg a la espalda. No pierdo tiempo desayunando y presto, cabalgo veloz por las calles desiertas y oscuras de Ferrol.



Primer mojón ("fito" para los gallegos), que marca el inicio del Camino Inglés. Está junto al puerto deportivo, en el extremo occidental de Ferrol, en la dársena de las Curuxeiras. Me quedan sólo 122 km, jeje.





Los mojones se van sucediendo, el Camino es bonito y siempre va bordeando la ría de Ferrol, una de las Rías Altas. Pongo imágenes cronológicas que tomé mientras caminaba, sin detenerme, pulso el botón de la cámara mientras camino:





 Precioso amanecer en la ría de Ferrol.






Me encuentro con muchas hortensias en el Camino, que están cargadas de simbolismo. Representan la belleza, la abundancia, por estar cargadas de flores, y también la gratitud.




Me hace gracia la mala fama y la leyenda que hay sobre las hortensias. Se dice que las mujeres que tienen hortensias en sus casas tienen más probabilidades de discutir con su marido, y que las solteras se quedarán toda la vida sin encontrar pareja por el influjo maligno de esta flor, jeje.


En cuanto a la leyenda, el rey francés Luis XIV, encargó a sus súbditos que buscaran allende de los mares nuevas variedades florales para adornar su majestuoso jardín. Un barco zarpó hacia Brasil, en él había un grumete débil y escuchirrimizado llamado Banet. Al llegar a las costas brasileñas, los nativos indígenas capturaron al grumete.

La tripulación consiguió, al cabo del tiempo, liberar al joven Banet,  pero al rescatarlos, los que todos creían como un mozo débil, tímido y enclenque se había convertido en una bella mujer, fuerte a la par que delicada, y que se travistió con el objetivo de salir de su tierra y conocer mundo. Al regresar a la corte del monarca francés, éste, tras conocer las aventuras y periplos de este muchacho, decidió bautizar a las bellas flores que traía el barco desde Brasil, con el  nombre de mujer que el grumete había adoptado: Hortensia.
Desde entonces esta flor tiene un doble significado: debilidad y vulnerabilidad por un lado; feminidad y templanza por el otro.




Monasterio de San Martiño de Xubia






Tramos largos de tierra....



Tramos largos de piedras.....




Llegada a Neda. Yuju. Atravesando el río Xubia. El puente correcto es el de los arcos, pero está en obras y nos obliga a dar un gran rodeo hasta el siguiente puente para luego retornar por la otra orilla. El camino ha sido muy agradable, casi plano, sólo alguna cuestecilla de nada, con una subida de 40 metros tan sólo.





No voy rápido, creo, pero llevo un ritmo de apisonadora por lo que parece, puesto que nada más salir del hostal adelanto a una peregrina, a la salida de Ferroll a una pareja, luego a dos peregrinas que van en solitario, luego adelanto a dos chicas que han parado en un banco, luego me encuentro a un hombre, su hijo de 11 años y el tío, que son de Barcelona, no sé lo que están haciendo pero yo les adelanto. Más tarde entablo conversación con 4 señoras de más de 50 años, de Barcelona también y expertas en la Camino, ya que han hecho todas las rutas. En una de las bajadas, con mi superzancada, no puedo ir frenándome para ir a su ritmo, así que me despido de ellas. Luego me encuentro con una familia de 4 miembros extranjeros, ingleses creo, y ya puestos, pues también los adelanto.

Estoy gratamente sorprendido conmigo mismo, no sabía que andar se me daba bien. Se nota que este año he ido a caminar por el paseo marítimo muchos días, y eso ha creado en mí un hábito, un estado físico adecuado.

Así que, casi sin darme cuenta, llego a Neda, al albergue de peregrinos, junto a dos chicas super divertidas, Laura y Lola, sobre las 10 de la mañana. Tan sólo hay un peregrino que ha llegado antes, Juan, pero él salió a las 6 de Ferrol. Me hago enseguida amigo de todos ellos y esa amistad durará hasta Santiago, junto con la del resto de peregrinos que he ido adelantando, ya que en el albergue nos juntamos todos, y con risas y bromas pasamos el rato. En total más de 20 peregrinos, que montamos un pícnic para cenar y compartimos aventuras.



Albergue de Neda. Está muy bien. Con cocina, duchas y lavadora nueva a estrenar, que la trae una furgoneta al mismo tiempo que llego alalbergue, ya que la que había se estropeó la semana pasada. Así que, como soy de los primeros, inauguro la lavadora junto con la ropa de Juan, el peregrino que llegó antes que yo. De tal forma que, cuando el resto de peregrinos empiezan a llegar al albergue, yo ya estoy duchado, con la cama hecha y la ropa limpia y tendida, jeje.


NEDA:

Bandera de Neda (el escudo es gracioso, y muestra la ría y las cadenas del Cristo, me imagino).






El municipio de Neda ha estado poblado a lo largo de su historia por numerosas culturas, gracias a su situación estratégica al fondo de la Ría de Ferrol. Sus orígenes se remontan a la Época Prehistórica, como así lo demuestran los numerosos restos de Castros localizados por toda la zona. Algunos de los más importantes son el Castro de Viladonelle, situado a orillas del Río Belelle, y el Castro de O Roxal.





Más tarde fue habitado por diferentes culturas atraídas por su buena situación y por la belleza de su entorno. En el Monte Ancos se han localizado importantes vestigios pertenecientes a un antiguo poblamiento prerromano, que se cree que puede ser la mítica Ciudad de Libunca, aunque no esta del todo claro.



Fue Alfonso Esquío quien logró, de manos de Alfonso XI, un Privilegio Real para todo el municipio, teniendo derecho a cobrar por la carga y descarga de mercaderías en la zona comprendida entre el Cabo de Montón y el puerto, lo que motivó un período de prosperidad para su economía.


PAN DE NEDA 

La historia del pan Neda está vinculado a la construcción de una base naval y astilleros en Ferrol estuario por el rey Felipe II de España, para hacer frente a los ataques de los prácticos de costa, como el pirata Inglés Francis Drake, que en 1589 atacó ciudad de A Coruña. Para abastecer al ejército, apareció en las fabricas de galletas Real Neda, tomando la harina molida con las aguas del río Belelle, que ya tenían molinos desde la Edad Media. Estas cookies o cookies eran una especie de pan que se mantenía comestible durante meses, necesario para viajes largos a América.



Durante los siglos XVII, XVIII y comienzos del XIX, Neda y Xuvia fueron considerados el hórreo de Galicia. Las aguas del Belelle ya eran conocidas como las mejores del país por el tesoro, el pan y la salud. La buena calidad de las aguas del Belelle y su pureza se encuentra en él hongos del género de Pencilium.



A la entrada a la población, antes de llegar al albergue, hay una escultura en honor al pan de Neda. Decido probar este magnífico y afamado pan.












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Aprovecho el día para visitar la regeneración de las marismas de Neda, con numerosos puentes de madera sobre las mismas. Es un paseo precioso pero la intensa ola de calor hace más breve el recorrido, jeje.









La población es muy bonita, y el camino atraviesa su pequeño centro histórico, que se reduce a una calle en pendiente pavimentada en piedra.

En esta calle hay un mesón, con este curioso peregrino como reclamo, jeje:






Me parece interesante medianera de pizarra:




Me gusta este puente moderno del Camino en medio de la población:





Por la tarde, cuando acudo a la piscina, me encuentro a un italiano y su padre totalmente perdidos buscando el albergue, yo les acompaño un tramo y les informo que ya está lleno. Así que llaman a Fene, una población cercana y allí consiguen un hostal. Hace un calor demoledor, ellos han salido a las 4 de la tarde de Ferrol, cuando el tren los dejó en la estación. Espero les vaya bien ya que no los volveré a ver en todo lo que queda de Camino.

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En Neda hay unas bonitas cascadas según me informa la gerente del albergue, dice que están a 2 Km. o prefiero no arriesgarme ya que como es bien sabido: "un km, gallego es una hora andando". Prefiero visitar Neda. Sin embargo, mi compañero Juan si decide visitarlo. Cuando regresa lo veo derrotado y agotado, me dice que de 2 km, nada, que han sido 6 km de ida más 6 km de vuelta, por senderos. Que las cascada son bonitas, pero es una paliza que se suma a los km ya recorridos en la jornada. Aunque no las visito, pongo a continuación alguna imagen de las mismas:






Leyendas y tradiciones de Neda:

El Cristo de la cadena

En la iglesia de Santa María de Neda existe una gran talla gótica, inglesa, de estilo Tudor, con una cadena en el pecho, traída por un católico inglés, el capitán John Dutton, debido a las persecuciones anglicanas. La leyenda dice que vino flotando por el mar y que, colocada en la iglesia, la imagen intentó escapar hacia el mar. Recogida una y otra vez, los feligreses, al final, la encadenaron al altar mayor.








Yo acudo a verlo pero la iglesia está cerrada, un aldeano me informa que a las 7 de la tarde a misa y se puede ver por dentro, que tiene mucho interés. Decido ir a la piscina municipal por la tarde y salir antes de la 7 para ver la iglesia. Eso hago, pero al llegar, un cartel en la puerta informe que no habrá misa por enfermedad, así que me quedo con las ganas de ver El Cristo de las Cadenas.







Las piedras de la Capilla de San Isidro

Cuenta la leyenda que existía en el lugar de Os Pazos de San Cidre o San Isidro un pazo y una capilla dedicada al santo, que de tan vieja y sin uso cayó o se derribó. Los vecinos aprovecharon las piedras para hacer bodegas, balados, etc. Pero todas estas construcciones se vienen abajo cada vez que son hechos, porque las piedras lo que quieren es que se reconstruya la capilla. Las imágenes de la antigua capilla están hoy en la iglesia de Santa María, y salen en procesión en la fiesta de los Pazos.


Fernán Pérez y las panaderas de Neda
Cuenta la tradición medieval que cuando Fernán Pérez de Andrade, señor de la comarca, tenía que pasar por aquí para dirigirse a Ferrol o a otros lugares, ya que Neda era el único, y por tanto, paso obligado, mandada delante de él a un mensajero que llegaba gritando: “Coced, panaderas, que ahí viene Fernán Pérez”. Y es sabido cómo le gustaba nuestro pan a este señor, y a todos, claro.

El demonio y las lavanderas
Se cuenta que en un lavadero de la Mourela, por la noche o al amanecer se escucha un canto melodioso. Los que van a mirar, engañados por el canto, encuentran al diablo, que los lleva con ellos.


El túnel del Monasterio de Jubia
La leyenda dice que entre el Convento de Jubia y Neda existía un túnel bajo la ría, que usaban los monjes para pasar el mar sin mojarse, e incluso para hacer diversas jugadas sin que los vecinos los vieran. En un tiempo había monjes y monjas, hasta que varias denuncias de irregularidades en las costumbres hicieron que las monjas fuesen llevadas al convento de Santa Clara, en Santiago de Compostela.


Las arenas del río Jubia
Se dice que desde muy temprano , por la mañana se recogen en un lugar determinado arenas, que se convierten en una “flor de agua”, de propiedades mágicas y curativas.





La banda de los Sopiñas

Existió antiguamente una famosa banda de ladrones y salteadores de caminos y casas, conocida como “La banda de los Sopiñas”, que eran gentes de la comarca, capitaneadas por un rico comerciante de Ferrol. Robaban por toda Galicia. Se reunían bajo un gran árbol en la ribera de Neda, fuera de puertas, o en el convento de Jubia, pues hay evidencias históricas de que muchos monjes, en los últimos tiempos, en realidad no eran más que bandidos






"El turista viaja, el senderista anda, el peregrino busca".




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