EPÍLOGO RUTA TRANSPIRENAICA CAR·PAU
Ya puestos en estas lides, no veo mejor forma de concluir este maravilloso viaje, que con otro poema, un nuevo desastre, jeje, pero me lo paso muy bien ideándolo. Ahí va, a puerta gayola:
Mar bravío que meciste mi cuna,
no dejo de contemplar la blanca luna.
Esta ruta por el Norte es solo una excusa
para tapar una justicia lenta e ilusa.
Me confío a la diosa helénica Temis (1)
para que salve esta situación in extremis.
Haré todo lo que esté en mis manos
aunque sé que no es camino para profanos.
Valle tras valle, pleito tras pleito.
hay momentos en los que me deleito,
otros en los que me desconsuelo,
pero nunca cejará este anhelo.
Lucha entre hormiga y elefante,
es una cruel farsa rimbombante,
los que pierden son siempre los mismos,
dos inocentes niños frente a los abismos.
Las nevadas cimas salpican la ruta,
extradós del arco y alfiz de la enjuta.
Sueño con alcanzar esas altas cotas,
que no están hechas de sólidas rocas.
Hielo, bruma, chirimiri, niebla,
qué más da cuando sólo hay tiniebla.
Pero no es a mí al que aqueja
sino a la contienda que se bosqueja.
De mar a mar, de sala a sala,
de una jurisprudencia rala
a una psicología turbia y confusa,
con ciertos miedos y sin escusa.
Cada montaña tiene su conocido nombre,
encubrir, disfrazar el SAP es inmisericorde.
No es cuestión de poner espantabrujas,
ya está bien de tantas arrebujas.
Presto se siente el aire salado del Golfo,
bocanada de aire fresco tras este viaje ímprobo.
Quimera de sueños rotos y desvelos,
en un satírico juego de libelos.
¡Al fin, el soñado piélago ya está aquí,
es la meta, la culminación, ya vencí!
Pero el objetivo es otro menos mundano,
y no hay motivos para estar ufano.
Contento por el trabajo bien hecho,
esperanza de los frutos que cosecho.
Siempre alegre, paciente, tranquilo,
no soy persona altanera, no vacilo.
Esta ruta, puente medieval del alma,
restaurará la iniquidad en calma.
Me despido ya, con otro deseo en lid
no volver a ser un desconocido adalid.
Y que la próxima ruta de este cuaderno
no sea otro solitario y yermo invierno.
Que participen dos preciosos niños,
que se merecen todos mis cariños...
(1) Temis era la diosa helénica de la justicia y el equilibrio. Se representa con una balanza y una espada, normalmente con los ojos vendados.
dos inocentes niños frente a los abismos.
Las nevadas cimas salpican la ruta,
extradós del arco y alfiz de la enjuta.
Sueño con alcanzar esas altas cotas,
que no están hechas de sólidas rocas.
Hielo, bruma, chirimiri, niebla,
qué más da cuando sólo hay tiniebla.
Pero no es a mí al que aqueja
sino a la contienda que se bosqueja.
De mar a mar, de sala a sala,
de una jurisprudencia rala
a una psicología turbia y confusa,
con ciertos miedos y sin escusa.
encubrir, disfrazar el SAP es inmisericorde.
No es cuestión de poner espantabrujas,
ya está bien de tantas arrebujas.
Presto se siente el aire salado del Golfo,
bocanada de aire fresco tras este viaje ímprobo.
Quimera de sueños rotos y desvelos,
en un satírico juego de libelos.
¡Al fin, el soñado piélago ya está aquí,
es la meta, la culminación, ya vencí!
Pero el objetivo es otro menos mundano,
y no hay motivos para estar ufano.
Contento por el trabajo bien hecho,
esperanza de los frutos que cosecho.
Siempre alegre, paciente, tranquilo,
no soy persona altanera, no vacilo.
Esta ruta, puente medieval del alma,
restaurará la iniquidad en calma.
Me despido ya, con otro deseo en lid
no volver a ser un desconocido adalid.
Y que la próxima ruta de este cuaderno
no sea otro solitario y yermo invierno.
Que participen dos preciosos niños,
que se merecen todos mis cariños...
(1) Temis era la diosa helénica de la justicia y el equilibrio. Se representa con una balanza y una espada, normalmente con los ojos vendados.
Muchas gracias a mi madre,
mis hermanas, mi tía y
mis sobrinas...
Son la mejor familia que se puede tener
mis hermanas, mi tía y
mis sobrinas...
Son la mejor familia que se puede tener
Os quiero mucho hijos míos.
Siempre estaré con los brazos abiertos.
Mi amor es infinito
Nos despedimos, querida familia, lectores y soñadores, con el verdadero protagonista de este viaje, el agua del Mediterráneo, que no es más que un símbolo, una excusa, que sirve para enlazar o imbricar eta preciosa ruta pirenaica, jeje. Besos a todos:
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