Hora de salida 6:00 h; hora de llegada 21:30 h.
Lofoten: Å y Bøstad; Narvik y Fauske (Noruega), (774 km).
Salgo del camping cuando todo el mundo duerme todavía (es lo habitual en este viaje, llegar el último y salir el primero, jeje), pero esta carretera por los las Lofoten me tiene enganchado, anonadado, así que pongo rumbo a su extremo más occidental, la pintoresca localidad de Å.
Esta señal que pongo a continuación es robada con asiduidad por los turistas (yo la he sacado de internet):
Los pueblecitos que jalonan la ruta parecen sacados de un cuento de hadas, no son reales, ¡qué preciosidad!, aunque imagino que debe ser muy duro vivir aquí, sobre todo en invierno. De hecho, por normativa, las casas de estos lares deben tener una chimenea de leña, ya que en invierno se quedan varias jornadas sin electricidad e incomunicados y es la única forma de calentar los hogares.
En la punta de las Lofoten está Å, que tiene varios museos y zonas explicativas de la vida tradicional, pensadas para los turistas.
Visto el pueblo, no hay más remedio ahora que dar la vuelta y desandar el camino, me cruzo con cantidad de moteros, de ciclistas en ruta, incluso gente a pié realizando el trayecto.
A mitad del recorrido en las Lofoten está el famoso museo vikingo Lofotr, en Bøstad. Merece la pena su visita sin lugar a dudas. Además del museo que tiene restos vikingos, han recreado un edificio que se descubrió en unas excavaciones arqueológicas, y que se trata del hogar de un jefe vikingo, construido en torno al 500 d. C. Se trata del edificio vikingo más grande de toda Noruega. Tiene 83 metros de largo y 9 de alto. En él se recrean diferentes actividades cotidianas de la tribu con actores emulando la vida de entonces. Etas son las fotos que tomé:
El camino sigue, y toca salir del archipiélago rumbo a Oslo. Tomo de nuevo la fantástica E-6, y los fiordos se suceden. A menudo hay puentes y túneles, pero en Skarberjet, la única manera de atravesar el fiordo de Tysfjord es correr un ferry (aunque veo la construcción de un enorme puente que evitará el ferry en un futuro).
La ruta es una verdadera delicia para los sentidos, el tiempo pasa sin darte cuenta mirando el paisaje circundante.
Finalmente llego a la localidad de Fauske a las 21:30 h y decido pasar allí la noche, no han sido muchos km, sólo 774, pero el ferry ralentiza la marcha y es tarde ya.
Fauske es una tranquila ciudad, con varios hoteles y centros comerciales, ubicada junto al espléndido fiordo de Skjerstadfjorden. En este fiordo está el remolino más grande del mundo, van muchos turistas a visitarlo (10 metros de ancho y 5 m. de profundo).
Este remolino se conoce como Maelstrom, y antiguamente era un ruta peligrosa para la navegación. Fue descrita por Edgar Allan Poe y Julio Verno, como un "gigantesco vórtice circular que llega hasta el fondo del océano". Realmente son una serie de corrientes y contracorrientes que se suceden a lo largo de 18 km, y que han dado pié a la explicación de las Eddas escandinavas (compilación de las mitologías nórdicas).
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Por la tarde necesito vaciar la tarjeta de memoria de la cámara de fotos, que está llena, al ordenar, paro en una gasolinera y empiezo a descargar las imágenes, pero a mitad del proceso, el ordenador se queda sin batería. No sé si se han borrado la fotos que han quedado en el aire a mitad de la transmisión, ¿no tengo copia de seguridad! Así que busco un enchufe desesperadamente pero no hay aquí. Algunas gasolineras en las que paré durante el viaje sí disponían de una pequeña zona de trabajo para los viajeros, con enchufes, wifi, etc, pero en esta no. Paseo por la ciudad y veo otra gasolinera, entro, pero nada de enchufes. En un centro comercial cercano tampoco. Finalmente, en la tercera gasolinera localizo un enchufe y arreglado, 'menos mal, salvado!
En el centro comercial entro en un supermercado que hay y compro una botella de agua de medio litro, ¡3 €!
Morfeo me abraza y sucumbo plácidamente, embriagado por las Lofoten....
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Finalizo con el escudo anudado de la ciudad de Fauske:
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