03 ETAPA 3: Pontedeume-Betanzos


ETAPA 3: Pontedeume-Betanzos


21 km de trayecto (más 3 km callejeando por el centro de Betanzos).



Antes de las 6 de la mañana los peregrinos se van levantando, me despiertan y no queda otra, a la marcha... Esta etapa es un auténtico rompepiernas, y con una subida inicial alucinante.

Nos ponemos en macha Juan y yo, los últimos en salir del albergue.



Medio dormido salgo de Pontedeume y sin querer empieza una subida demoledora, ¡pero esto que es, el Everest!

Menuda cuesta, me deja totalmente desfondado, jeje. Es larga, dura, empinada, de asfalto y a oscuras...

Tras dos km. de interminable subida por fin coronamos la montaña, jeje. Desde aquí hay una buena panorámica de Pontedeume y, un poco más y la panorámica sería de toda Galicia, jajaja.

A partir de aquí el Camino es muy bonito, quizá la etapa más bonita de todas. Atravesamos merenderos, pasamos bajo parras, bordeamos un campo de golf. 



Tramo del Camino paralelo al campo de golf:







Ponte Baxoi:



Como tampoco hemos desayunado hoy, aprovechamos las moras silvestres que jalonan el Camino en esta zona para darnos un festín, están buenísimas.

Más tarde, el Camino atraviesa la localidad de Miño, que discurre por las llamadas Marismas Coruñesas, y por la Ría de Betanzos:




Bonita casa de hormigón, que contrasta con los pazos y villas gallegas que bordean el camino, muchas de granito:



El interior de de una de las iglesias que salpican el Camino:



En este caso, la iglesia de San Martiño de Tiobre:



Durante el Camino, Juan y yo adelantamos a todos los peregrinos, un montón, y llegamos antes de las 11 de la mañana al albergue, justo después de una pareja de gallegos geniales. Nuestras piernas largas avanzan a un ritmo vertiginoso, jeje. La etapa ha sido dura, larga, con grandes subidas y bajadas, en las que me embalo con mi zancada kilométrica, jeje. 

Antes de llegar a Betanzos se pasa por la pequeña localidad de la Vila de Meus y Gas. Desde que salí de Ferrol, sólo en la primera etapa encontré fuentes para peregrinos, desde entonces nada, lo que me obliga a ir cargado con  1,5 l de bebida energética que me raciono durante los km. del Camino. Sin embargo, en esta pequeña aldea hay una fuente datada en 1884. Estamos secos Juan y yo y no sabemos si beber.

Nos paramos y dudamos si beber, en eso que llega una anciana del lugar y nos dice que sí, que podemos beber, y que la que mujer que vive en frente de la fuente falleció la semana pasada, por beber de esa fuente. ¡¡¡ QUÉ!!!

Tras el susto inicial nos dice, que la mujer bebía todos los días de la fuente, pero que falleció con 94 años, ¡¡UF, menos mal!!! Así que rellenamos las cantimploras y bebemos, el agua está fresquísima y sabe a gloria, jeje.

         

A Betanzos se llega atravesando el Puente Viejo sobre el río Mandeo, y después cruzando la Porta da Ponta Vella, una de las 5 de la antigua muralla.





Porta da Ponta Vella (1926)




La sorpresa fue que el albergue no abría hasta las 13 horas, así que, agotados, nos tiramos al suelo a esperar más de 2 horas, por supuesto tirados a la sombra por la canícula que nos acompaña ya tres días. Yo veo un mercado al lado del peregrino y a por Estrellas que vamos, jeje. No paran las risas  de todos.



Así que hacemos una cola de mochilas en la puerta del albergue para guardar turno. Pero ésto sí que es un buen albergue comparado con el del día anterior de Pontedeume. Pongo imágenes que lo acreditan, además su capacidad es el doble del de ayer:






Una vez hago el check in, lo primero, antes de que se colapsen los baños es ducharse. Al mismo tiempo, viendo que hay sólo una lavadora y una secadora para todos los peregrinos, que son muchos, decidimos poner la lavadora Juan y yo los primeros, mientras nos duchamos. Yo pongo toda mi ropa, tanto la interior como la exterior, pero...


... ¡esta lavadora es de la Nasa!, con pantallita y no se cuantos programas, incorpora ella sólo el detergente y es más grande que una nevera, jeje. El programa dura 30 minutos. Lo ponemos en marcha y todo va bien, pero cuando queda 1 minuto no termina el programa. Esperamos un rato pero nada, sigue poniendo 1 minuto en la pantalla. Buenos pues nada, nos vamos a comer  y después veremos lo de la lavadora, se lo digo al alberguista para que esté pendiente y nos saque la ropa si acaba el programa para que otros peregrinos puedan usar la lavadora.


BETANZOS:


La bandera de Betanzos  tiene un escudo, con un campo azur con 6 roeles que flanquean una torre de dos niveles de plata sobre el Puente Nuevo, por timbre una corona real.



Ciudad conocida como "Betanzos de los Caballeros", fue una de las capitales de las 7 provincias históricas gallegas.



En Betanzos es super famosa su tortilla de patatas, y nosotros vamos a dar buena cuenta de ello. Pero está todo lleno, hay un ambiente genial y eso que es lunes, preguntamos en todos los lados, damos mil vueltas pero nada, todo lleno. Yo decido ir al sitio más laureado por sus tortillas, Casa Miranda, y tras negociar un poco y dividir nuestro grupo a 4 unidades, consigo una posible mesa para dentro de media hora.




La tortilla de Betanzos no está cuajada por dentro, así que cuando la partes sale todo el caldillo. A algunos peregrinos esto no les gustó, la prefieren más dura. A mi me pareció muy bien, y me la zampé en un santiamén. 



Tras terminar la comida vamos al albergue, que la ropa lleva ya 4 horas dentro de la lavadora, con la esperanza de una solución. 

Pero nada, no hay forma de abrir la puerta, el gerente ha llamado al técnico pero no está disponible. Yo decido poner cartas en el asunto. La desconecto para que rearme el sistema, pero nada, al encenderlo sigue marcando que falta 1 minuto. Estudio el mecanismo de apertura de la puerta y sus puntos de anclaje, empiezo a hacer palanca en puntos concretos, pero no quiero forzar 

Llamo al alberguista, me dice que ha hablado con otro técnico de lavadoras y que la desconecte durante 15 minutos para que se rearme, bueno puede ser, yo sólo lo apagué un par de minutos.

Así lo hago, la dejo fuera de red más de 15 minutos y cuando la vuelvo a encender cruzo los dedos, pero nada, le falta un dichoso minuto para terminar el programa.

Mientras esperamos, nos llaman otros 3 peregrinos que hemos conocido el primer día, y que coincidimos en todos los albergues y el Camino, son una padre llamado Carlos y el tío, y un niño de 11 años, Iker, y que me recuerda mucho a mi querido hijo Carlos, que es de su misma edad y me encartaría que me acompañase en esta aventura, seguro que hubiera hecho muy buenas migas con Iker, que es un niño encantador. Ellos nos invitan en el albergue a probar la nueva Estrella de Galicia, con sabor a pimientos de padrón😁😁



La verdad es que está buena, y sabe realmente a pimientos de padrón, pica un puntico. 

Resulta que el padre, Carlos, es un experto catador de cervezas, jeje. Y se ha recorrido medio mundo probando cervezas. Me enseña una red social de amantes de cerveza, donde puedes conocer lo que cuelgan otros cerveceros, dar tu opinión, etc. El ha colgado en los últimos 3 años, las fotos más de 1.400 cervezas que ha probado, muchas en Nueva Zelanda, que pare él son de las mejores.

Me encanta, y me instalo dicha aplicación en el móvil, jeje. Y cuelgo la primera foto de eta peculiar cerveza.

Pero bueno, ¡qué pasa con la lavadora!

El chico del albergue, al ver que no hay forma llama al nuevo técnico para que se pase, en una hora puede estar aquí ya. Son las 7 de la tarde ya!!!!

Mientras esperamos, resulta que hoy es el cumpleaños de Manolo, le caen 51. Viene acompañado de su mujer, María del Carmen, su hija de 17 años, Carmen, y su sobrina Isabel. Las chicas nos dan una tarjeta para que la firmemos. Antes nosotros le hemos comprado una piruleta de peregrino a modo de tarta.

Firmamos todos el tarjetón, pero yo le pido además que me deje el sobre, que se me ha ocurrido dibujar la catedral de Santiago, jeje. A todos les encanta el esbozo que he hecho en un par de minutos.lo pasamos genial todos juntos, cenando, bebiendo y sobre todo, riendo.




En ese momento llega el técnico de la lavadora, ¡por fin! es un chico joven pero voluntarioso. Empieza a desmontar la lavadora, quita cables, placas, tornillos, hace varias llamadas a alguien que sabe de lavadoras de la Nasa, y al final, llega a la conclusión de que no se puede rearmar, que no le ha pasado nunca antes y que no se puede abrir.

¡¡¡¡¡CÓMO!!!!

Son las 8 de la noche, yo quiero mi ropa, que no tengo nada para mañana, jeje. 

Al final el técnico nos dice que no queda otra, que tenemos que apalancar la puerta, que le ayudemos. Pues nada, eso hacemos, rompemos literalmente la puerta, la destrozamos y conseguimos sacra por fin nuestra ropa, mojada. El técnico, para compensarnos, nos paga la secadora, también de la Nasa, y nos pone varios programas cortos. 


El único consuelo es que fuimos los dos únicos peregrinos que pudieron lava la ropa a máquina, jeje, el resto lo tuvieron que hacer a mano.



Le hice una foto al capó de un coche de policía con el escudo de la ciudad, jeje:



Iglesia de San Francisco, del s. XIV, mandada construir por Fernan Pérez de Andrade, y su sepulcro esta sostenido por un jabalí y un oso:



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Ya sólo queda ir a dormir, que mañana toca la etapa más dura y larga, 28 km. Hay que salir temprano, los italianos nos preguntan y les decimos que sobre las 5 de la mañana saldremos. 

El único albergue de mañana, en Hospital de Bruma, es pequeño, de poca capacidad comparado con el de Betanzos, y a ello hay que sumar más peregrinos que vienen desde A Coruña y que se juntaran con nosotros en la etapa de mañana. Nos pasarán muchas cosas, pero eso os lo cuento en el próximo capítulo...





"Aprende de cuanto te pueden enseñar todas las personas que caminan a tu lado. Con esfuerzo, constancia e ilusión, TODO en esta vida se puede lograr, pero hay que desearlo con todas las fuerzas".

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