00 PRÓLOGO CAMINO INGLÉS. Día 1



PRÓLOGO DEL CAMINO INGLÉS


Día 1: Valencia-Santiago de Compostela (1.000 km en coche)







La odisea de los peregrinos europeos desde las tierras del norte, principalmente anglosajones, flamencos y escandinavos, comenzaba en una travesía peligrosa por mar hasta desembarcar en los puertos de Ferrol o A Coruña, para iniciar desde ahí, el trayecto a pié hasta Santiago. Este trayecto por tierra es lo que se conoce como Camino Inglés.





Según un fragmento del poema Pilgrims Sea-Voyage and Sera-Sicknes advertía a los osados peregrinos: "No se piensa en reír cuando se embarca para Santiago. Para muchos es un dolor. Desde que se sube a bordo en Sandwich, en Winchelsea, en Bristol, o allí donde se puede, el corazón empieza a temblar. Lleva rápida la canoa, marinero, para que nuestros peregrinos se diviertan un poco, ya que algunos gemirán antes de que sea medianoche". 





El mayor auge de esta ruta fue en los siglos XI y XII. Los peregrinos acudían hacinados en varios tipos de bergantes medievales, entre ellos destacan:

· La coca (kogge, el alemán): embarcación de vela con un único mástil cuadrado y casco trincado o tringadillo. Normalmente de madrea de roble, por ser abundante en los países bálticos. De 15 a 20 m. de eslora y de 5 a 8 m. de manga.






Utilizado para el comercio y a veces para la guerra. 






· El Hulk, predecesor medieval de la carabela. Procedente de los Países Bajos, se utilizaba como barco menor, de carácter fluvial, para los canales holandeses o de tipo costero. Pensado para transporte de carga y de poco calado.







Esta ruta marítima hacia el golfo Ártabro quedó en desuso muchos siglos atrás. Pero se revitalizó a finales del siglo pasado gracias a la fijación del trazado y su recuperación, mediante la labor de ayuntamientos, amantes y asociaciones del Camino. Así, con la ayuda del estudio de documentos antiguos, como las Crónicas de Sarmiento, Vales Villamarín y Vázquez Rey, y los trabajos de campo, siempre difíciles, se consiguió recuperar esta ruta de peregrinaje. Desde entonces, el número de peregrinos ha ido in crescendo. De tal forma que hoy en día, son más de 4.000 peregrinos anuales  los que realizan esta ruta, llegando a más de 6.000 en los años Santos Compostelanos.





Yo salgo pronto de Valencia, en coche hasta Santiago. Son 1.000 km, pero se hacen amenos viendo las vastas llanuras de La Mancha, los yermos campos de Castilla León, y el incipiente verdor al ir acercándome a Galicia. Llego por la tarde noche allí, justo para cenar algo frugal. Hay una ola de calor tremenda por aquí, y por la noche estamos cerca de los 30º C, por lo que conciliar el sueño se hace tarea casi imposible.

Aun me da tiempo, a última hora de la tarde, de conseguir la credencial:







No tengas miedo, deja que tu vida cambie sin dejar de aprender, mantente abierto y deja que la vida te ofrezca aquello que ahora ni siquiera puedes imaginar… Olvídate de todo… y disfruta de Tu Camino”…





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